El director de la Revista Qué Leer, David Zurdo, me pidió un editorial para el número de marzo. No encontré mejor tema que, en el 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, escribir sobre su obra cumbre.
Imagen del editorial publicado en el último número de Qué Leer
DON QUIJOTE MÁS ACTUAL QUE NUNCA (400 AÑOS DESPUÉS)
He tenido la fortuna de ser editor ocasional de las novelas clásicas más importantes de la historia y mientras trabajaba en ellas me hacía la misma pregunta, ¿tendrían estas el mismo éxito, la misma repercusión, si hubieran sido escritas hoy? A ojos de eruditos seguro que sí. Pero, ¿y a ojos del pueblo llano (dónde mi incluyo) el mismo que elevó a categoría de mito obras como Don Quijote de la Mancha?
Coincide este año con el 400 aniversario de la muerte del señor Cervantes y aprovecho esta fecha para preguntarme si su obra cumbre tendría la misma repercusión que en 1605.
Don Quijote se convirtió en uno de los primeros best seller de la historia. Quince años después de su publicación se había traducido a más de seis idiomas, habían surgido publicaciones apócrifas e, incluso, el mismo Cervantes se vio en la «obligación» de escribir una segunda parte.
Pero, ¿y ahora? Salvando distancias arcaicas en el lenguaje y temática olvidada (si no fuera por él nadie sabría lo que es un caballero andante), mi respuesta sería un rotundo sí. ¿Por qué? Aquí van mis siete motivos:
1- El Quijote es un libro para soñadores, para locos, para personas que creen que lo imposible, es susceptible de hacerse realidad. ¿Puede estar este tema de más actualidad?
2- Don Quijote es atemporal. Salvando las distancias que mencionaba antes, los temas que trata no son sólo universales (la libertad, el amor, la justica, el honor…) están tratados, además, con tal agudeza que lo mismo da que se escribieran en el siglo XVII que en 2016.
3- Sentó las bases de la novela moderna, la misma que perdura hoy. Don Quijote fue la primera novela polifónica de la historia, o lo que es lo mismo: cada personaje tiene su propio punto de vista. En función de quien hable o piense, un mismo hecho se verá con perspectivas distintas. Sus personajes, además, evolucionan en el tiempo. Don Quijote se «sanchifica» y Sancho se «quijotiza». Esta técnica es común hoy pero no lo era en 1600 donde los protagonistas eran meros peones para justificar la acción.
4- Por sus magníficos diálogos. En mi opinión, los diálogos entre Don Quijote y Sancho son tan sobresalientes que todavía no ha nacido el que los pueda superar.
5- Por el humor. La forma de enfrentarse con humor e ironía a temas tan complejos como los que trata, hacen que este libro sea una obra maestra de este género.
6- Decía en el punto tres que sentó las bases de la novela moderna, pero escritores coetáneos a nosotros como Thomas Mann, Stendhal o Goethe, reconocen ser discípulos de Cervantes. Incluso alguno llegó a aprender español para leerla en el mismo idioma.
7- Y para muestra de su actualidad qué mejor que hacer un breve repaso a alguna de las perlas que nos brinda el Quijote. Podrían ser otras muchas. Aquí van siete:
«Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama».
«Como no estás experimentado en las cosas del mundo, todas las cosas que tienen algo de dificultad te parecen imposibles».
«Habla con reposo, pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismo; que toda afectación es mala».
«En el arte de la marinería más sabe el simple marinero, que el mayor letrado del mundo».
«Me moriré de viejo y no acabaré de comprender al animal que llaman hombre, cada individuo es una variedad de su especie».
«Señor, yo soy hombre pacífico, manso, sosegado, y sé disimular cualquiera injuria, porque tengo mujer e hijos que sustentar».
___________________________________
Pepe Gómez Larraz. Fundador del portal www.minimae.com y editor del Proyecto Gutenberg by Minimae
Deja una respuesta