El surf es en sí un arte: el arte de deslizarse sobre una ola. Escribirlo resulta sencillo. Practicarlo lo convierte en magia.
Pero la historia del surf está plagada de conexiones con el arte, el oficial, desde el cine a la música. Este es un breve repaso de la historia del surf a través de los ojos del arte.
1- Imaginamos los orígenes del surf en Hawái, sin embargo los estudiosos del deporte tienen claro que todo apunta a Perú. La primera muestra artística de este deporte se observa en cerámicas precolombinas datadas en el 1200 d.C. Estas piezas son originarias de Perú y representan a los caballitos de totora, embarcaciones que servían para pescar y que los lugareños supieron dar un uso más lúdico: correr olas.
Escultura precolombina de un caballito de totora montado por un indígena
2- Precisamente, el primer texto escrito sobre los caballitos de totora, corre a cargo de un español, José de Acosta, Jesuita para más señas, que ya en el siglo XVI escribió sobre «aquellos indígenas que de forma casi mágica surcaban las olas en sus caballitos de mar». El texto parece escrito por un niño pero estos párrafos se han convertido en el primer documento histórico que demuestra una procedencia distinta del surf, siempre relacionado con la Polinesia.
3- Siglos después, en 1778, James Cook descubrió Hawái y le llamó la atención que » hombres, entre 20 y 30 años, se dirigen mar adentro … se colocan tumbados sobre una plancha ovalada, mantienen sus piernas unidas en lo alto y usan sus brazos para guiar la plancha. Esperan un tiempo hasta que llegan las olas más grandes, entonces reman con sus brazos para permanecer en lo alto de la ola, y esta los impulsa con una velocidad impresionante».
4- No sólo la desnudez de los cuerpos de los indígenas de Hawái fue prohibida. El surf pasó a ser un deporte perseguido por los conquistadores que lo veían un divertimento más cercano al diablo que a dios. Desde el siglo XVIII al XX, nada se vuelve a saber de «cabalgar olas», único motivo por el que se considera el surf un deporte moderno.
5- En 1890 nació Duke Kahanamoku en Honolulú auténtico inventor del surf moderno, héroe nacional e ídolo de millares de jóvenes que veían en él un superman del mar. Hawái, ahora sí, se acababa de convertir en la cuna del surf.
Duke Kahanamoku al más puro estilo clásico
6- A partir de aquí, el idilio entre la cultura, el arte y el surf no paró de crecer. La escritora Agatha Christie, por ejemplo, atesora el título de ser la primera mujer británica en practicar este deporte. Esto fue en año 24: «puede hacer algo de daño cuando choca tu cabeza contra la arena, pero, en general, resulta un deporte sencillo». ¡Toma ya!
Imagen de la escritora practicando ¿algo parecido al surf?
7- Pero el idilio más especial ha sido entre la música y el surf y su máximo exponente, los Beach Boys. Paradojas de la vida. los integrantes del grupo, los hermanos Wilson, odiaban el mar, todos, menos Dennis, el único surfero del grupo. El Pacífico se lo tragó después de una de sus múltiples borracheras.
Dennis, cuidado
9- Pero si a nadie se le ocurre separar música y surf, muy pocos cometerán la osadía de hacerlo con el cine. Son múltiples las películas que tienen como protagonista al surf, pero la que tiene el honor de ser la primera fue Gidget, estrenada en España con el pastelazo título de Chiquilla. Esta película fue un auténtico fenómeno de masas en Estados Unidos y logró que el surf pasara de ser un deporte underground a deporte nacional. Después de Gidget vinieron otras. Clásicas como El Gran Miércoles o más modernas como Le llaman Bodhi. Para todos los gustos… Sin embargo, una de las escenas más famosas de surf no es de una película monográfica sobre este deporte. Apocalipsis Now se lleva la palma con unos pocos fotogramas de unos soldados surferos cogiendo olas en medio de un bombardeo.
Surf y Napalm en Apocalipsis Now
10- Fue a partir de los años 60 cuando las tablas de surf empezaron a experimentar modificaciones técnicas. Aún en los 60 las tablas eran tipo longboards, auténticos tablones, que, sin embargo, comenzaron a experimentar mejoras procedentes de la aeronáutica. Una de aquellas utilidades que cambió el uso del surf fue la patente de un ingeniero aeoronáutico absolutamente desconocido aún hoy: Frederik A. Lambach. Lambach se dio cuenta de que una aleta inferior ajustable a la tabla proporcionaría estabilidad a todo tipo de usuarios. En esta patente la aleta se hacía ajustable en dirección paralela al eje de la tabla, con el fin de que cada surfero pudiera adaptarla a su peso u colocación encima de ella.
Y aquí es dónde aparece Minimae, la observa y dice: ¡Eureka! la queremos para nuestra sección de Iconos del diseño industrial. ¿Por qué?
1- Por que en su momento revolucionó el uso del surf en tablas de esa envergadura.
2- Porque Frederik A. Lambach es un auténtico desconocido, como muchos inventores, y queríamos rescatarlo del olvido.
3- Porque el diseño de la patente nos encanta. Nos parece visual, sencillo con un toque vintage pero a la vez moderno.
Aquí va nuestra aportación a los iconos del diseño industrial: la tabla de surf by Frederik A. Lambach
Patente Surfboard 1967 by Frederik A. Lambach
PROMOCIÓN DE LANZAMIENTO
Como promoción de lanzamiento de la tabla de surf by Minimae los 10 primeros compradores se llevarán con la lámina un marco tipo tipo Fiskbo de Ikea.
Sólo a los 10 primeros compradores
Una vez vendido el último, el texto de la promoción en la tienda desaparecerá, así no te quedará ninguna duda de si está o no disponible.
Marco Fiskbo similar al que te llevarás gratis si eres de los 10 primeros
Accede a la tabla de surf en este enlace
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